lunes, 8 de marzo de 2010

Cuando somos pequeños nos especializamos en darle importancia a las cosas pequeñas, podemos pasar tardes y tardes jugando con un dulce peluche de colores, nos dedicamos a intentar contar con nuestros dedos el numero de días que queda para nuestro cumpleaños, somos felices con un caramelo de dos sabores, en nuestra mente solo cabe la idea de jugar y sonreír. Somos esos especialistas en sonrojar cuando un niño nos da un beso y luego, crecemos.

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