
Cuando uno menos se lo espera, aparece ese ”alguien” que te cambia el rumbo, te acelera los latidos y te despierta la inspiración, los nervios te consumen, las manos te sudan, las mejillas se te sonrojan y comienzas a preguntarte ¿el porque?Y por más que buscas respuestas, la mente te repite que para poder llegar a él, se necesita cruzar esa distancia, la cual divide mi mundo del suyo y destrozarla para llegar hacía ti, me pide que no me importe enfrentarme a un mundo que no sea el mío, porque sabe que siempre habrá una recompensa, por eso con mis ojos cerrados puedo asegurar, que cuando para alguien no eres nadie, para mi eres el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario